La normativa, que apunta a brindar un marco para que pymes tengan alternativas de financiamiento, genera expectativas y dudas. La necesidad de alcanzar la pax cambiaria para que funcione.
A principios de mayo, el Congreso aprobó la Ley de Financiamiento Productivo (un proyecto antes conocido como Ley de Mercado de Capitales) con la intención de actualizar el mercado bursátil y generar mejores condiciones y nuevas herramientas para que las pymes logren el siempre esquivo financiamiento. Aunque restan conocerse más detalles de la nueva ley, analistas y entidades pyme consultadas por PERFIL CORDOBA esbozaron lecturas, impresiones e interpretaciones sobre lo que puede esperarse. En general, hay consenso en que se trata de una ley que era necesaria para renovar el mercado de capitales y que es positiva en términos de la creación de nuevas herramientas de financiamiento. Por otro lado, también se detectan dudas sobre su implementación y se advierte que, en un contexto como el actual de un alto costo en el financiamiento por la suba de tasas, un encuadramiento legal como este tiene poco poder de fuego.
Los pilares. Para Abelardo García Pierini, contador del Consejo de Profesionales de la Cámara de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (MPM), la ley aporta varios puntos interesantes: “La incorporación de nuevas herramientas de financiamiento para las mipymes, la eliminación de figuras que obstaculizaban el acceso al crédito a través de Obligaciones Negociables, la incorporación del régimen de facturas electrónicas de crédito negociables, la adecuación del marco normativo que regula el rol fiscalizador de la Comisión Nacional de Valores y la posibilidad de darle liquidez a los créditos hipotecarios, con la creación de las letras hipotecarias negociables sientan las bases de un mercado de capitales más ágil y actualizado”.
Gonzalo Gómez Pizarro, al frente de la firma Argentina Valores SA, destaca la incorporación de opciones como la securitización de los créditos hipotecarios que, según su mirada, “ayudará al financiamiento de la vivienda, porque permitirá a los bancos que otorguen créditos que vuelquen en el mercado los mismos créditos para que los tomen fondos y distintos inversores”, el factoring para que las empresas puedan descontar sus facturas en el mercado de una manera simple y con tasas competitivas; y la incorporación de cambios Impositivos en la Ley de fondos que harán que los Fondos de Inversión Cerrados sean neutros desde el punto de vista impositivos. A eso, también suma como algo positivo la derogación del artículo 20 de la anterior Ley del Mercado de Capitales que posibilitaba a la Comisión Nacional de Valores designar veedores con poder de veto en los directorios de las empresas cotizantes.
“El mercado de capitales es fuente de alrededor del 50% del financiamiento del sector productivo en los países desarrollados. En Argentina estamos lejísimos de esos nú- meros y esta ley es un paso en la dirección correcta”, apunta. Para Lucas Croce, de la firma DLC Asesores Financieros, “es una Ley que es importante y era necesaria en el contexto de volver a ser considerados como mercado emergente, sobre todo por uno de sus pilares que es la derogación del artículo 20 de la Ley de Mercado de Capitales sancionada por el kirchnerismo”.
Lagunas y dudas. Aunque es prematuro para elevar conclusiones al respecto, la ley también despertó algunas incertidumbres. Desde la Cámara MPM señalan que pueden visualizarse algunos riesgos como “la regulación del mercado de letras hipotecarias que puede transformarse en un boomerang, en el caso de no establecer correctamente los límites a su puesta en funcionamiento”. También se señala que habrá que seguir de cerca la implementación y puesta en marcha del sistema de la factura electrónica de crédito: “La reglamentación determinará en definitiva la posibilidad de éxito de esta herramienta que sería muy útil para el futuro del sector Mypime”. Croce reconoce la potencialidad de una herramienta como la securitización de cré- ditos hipotecarios, pero señala que “hay que evitar la falta de regulaciones para llegar a desenlaces como la crisis subprime en Estados Unidos”.
Por su parte, Casas advierte que la Ley no soluciona el contexto en el que estamos: “El principal problema para el desarrollo de un Mercado de Capitales potente es encontrar estabilidad y previsibilidad. Si todos los días pensamos que nos vamos a un default o crisis política extrema, claramente no están dadas las condiciones para que las empresas encaren proyectos, ni los inversores estén dispuestos a financiarlos. Necesitamos la letra fina de CNV y Afip, las normas para negociación en los mercados de los nuevos instrumentos para evaluar el potencial real”.
¿Sirve en un contexto de tasas +40%? Un interrogante que se plantean empresario pymes es hasta qué punto sirve esta ley en un mercado con tasas muy altas y Lebacs por encima del 40%. “Para que avance realmente deberemos ver que las variables económicas encuentren un nuevo equilibrio y valores de tasas más razonables”, dice Gómez Pizarro. En tanto, Casas define: “El problema es que no sabemos cuál es el valor de equilibrio donde se puede empezar a planificar. Es clave que en las próximas semanas el Gobierno logre generar una verdadera pax cambiaria y luego la suba de precios para que en un par de meses no tengamos de nuevo este proceso reactivado. Ahí, la existencia de instrumentos que facilitan el acceso al crédito recupera su potencial de motorizar”.