AVSA EN LOS MEDIOS

Diario La Voz del Interior:
Donde poner la plata: opciones para ahorristas.

Se espera que el dólar siga detrás de la inflación. Los pequeños ahorristas se vuelcan cada vez más a los fondos comunes. Buenas perspectivas para las acciones.

El año comenzó agitado, con suba del dólar e incertidumbre sobre la evolución de las tasas de interés. Por eso, ahorristas e inversores tienen que afinar el lápiz y volver a sacar cuentas respecto de las opciones para colocar su dinero en 2018.

Durante 2017, las Letras del Banco Central (Lebac) volvieron a ser las preferidas del mercado. En un año en el cual el dólar no le ganó a la inflación (subió 18,5 por ciento en el año, aun después del alza de diciembre), el llamado carry trade (colocar los pesos en tasas de interés para obtener un mayor rendimiento en dólares) ganó por amplia mayoría.

Pero, el salto del billete verde a fines de diciembre, los cambios de las metas de inflación y el nuevo impuesto a la renta financiera obligan a volver a pensar en los portafolios de inversión. Tampoco hay que descuidar circunstancias externas al país, como la suba paulatina de la tasa de interés en Estados Unidos y la posibilidad de que Argentina pase a ser categorizada como país emergente. 

La mejora de la calificación internacional se esperaba para el año pasado y no ocurrió pero, si el país sigue en este camino, en algún momento sucederá y los activos locales retomarían impulso.

Las tasas de las Lebac (28,75 anual a 28 días) siguen siendo un valor de referencia obligado para cualquier inversor. En los últimos dos años, fueron un sustituto del plazo fijo y una de las principales puertas de entrada de los ahorristas tradicionales argentinos al mercado de capitales. 

Siguen siendo atractivos, sobre todo, después de que el Banco Central recortó la tasa de política monetaria sólo 0,75 puntos, a 28 por ciento, mucho menos que lo esperado por el mercado. 

Pese a la reducción de las metas de inflación, la autoridad monetaria no resigna este instrumento para controlar la marcha de los precios. El plazo corto de las Lebac también genera atractivo. “Son un buen instrumento para administrar la liquidez transitoria, y muy buscadas como alternativa a los plazos fijos”, apunta Leticia Tolosa, vicepresidente de Petrini Valores.

“Todavía es muy prematuro para ser determinante sobre el futuro de las Lebac. Es probable que no volvamos a ver tasas de interés reales en torno del 10 por ciento como en algunos meses de 2017, pero esperamos que el rendimiento esté alrededor de un seis o siete por ciento real”, dice Daniel Vicien, director de FCI de Balanz Capital. Agrega que la mejor forma de invertir en este instrumento es tomando hedge (coberturas de riesgo) tácticos cuando hay inestabilidad cambiaria.

“Siempre que el Banco Central consiga mantener tasas de interés reales positivas, seguirán siendo una buena opción. Al menos durante el primer semestre del año, las Lebac seguirán siendo un instrumento rentable. Incluso, con la devaluación del peso de los últimos 20 días, puede alentar a algunos inversores más avezados a entrar nuevamente al carry trade”, opina Martín Rodríguez, de Dracma SA.

“Creo que vuelve por unos meses el carry trade de las Lebac”, coincide Gonzalo Gómez Pizarro, desde Argentina Valores. De todos modos, Héctor Chino, asesor productor financiero, advierte de que esa estrategia será más riesgosa durante 2018, ante menores expectativas de rendimientos para este año.

“En los primeros meses, las Lebac seguirán siendo buenas. Después de la cosecha, hacia mitad del año, deberíamos ser más prudentes y mirar más al dólar, en especial si el valor nominal de las tasas cae como consecuencia de que la inflación se vaya ajustando”, opina Aníbal Casas, de S&C Inversiones.

 

¿Pesos o dólares?

Por esta razón, los especialistas recomiendan diversificar monedas e instrumentos.

Chino sugiere un 60 o 70 por ciento de la cartera en pesos y un 40 o 30 en dólares. “La porción en pesos debería combinar Letras del Tesoro (Letes) y títulos ajustables por CER y la parte en dólares, bonos del tramo medio de la curva (mediano plazo) y algo de Letes para los más conservadores”, subraya.

Desde Dracma recomiendan diversificar en una proporción aproximada del 50 por ciento en dólares y 50 en pesos. “Con un buen asesoramiento se puede conseguir un portafolio muy rentable combinando Lebac y acciones (o FCI de acciones) en pesos. Y, en dólares, optar por FCI, que en algunos casos rinden más del ocho por ciento nominal, más algo de títulos públicos provinciales u obligaciones negociables (ON) de grandes empresas”, explica Rodríguez.

Casas menciona a las ON garantizadas por una SGR como instrumentos “muy seguros y con una renta superior a un bono del Estado, un seis o siete por ciento en dólares, frente al cuatro o cinco por ciento”.

De todos modos, Tolosa advierte de que, “al ser el movimiento del dólar más volátil que el devengamiento de la tasa, es muy importante tener en cuenta el momento en el cual se realizan las operaciones en dólares”.

Gómez Pizarro agrega que colocar dinero en acciones “podría dar dividendos interesantes a pesar de estar hoy en máximos históricos” debido al crecimiento proyectado del producto interno bruto (PIB) “del tres a 3,5 por ciento, el escenario de alta inflación (15 a 20 por ciento) y la casi segura recategorización a país emergente”.

Vicien coincide en que el mercado de renta variable también será atractivo, pero “el inversor tendrá que ser muy cuidadoso al momento de elegir en qué empresas invertir”. El sector de servicios públicos (utilities) y energético tendrán una muy buena performance, opina. Para Casas, las acciones también tendrán un “comportamiento muy interesante este año” debido a un doble incentivo fiscal: que no están gravadas por el impuesto a la renta financiera y que las empresas tendrán una menor alícuota de Ganancias (el 30 frente al 35 por ciento).

 

Para pequeños ahorristas

Lograr rendimientos interesantes en una cartera con instrumentos diversificados y con plazos distintos es complicado para un pequeño ahorrista. Por eso, los asesores recomiendan los fondos comunes de inversión (FCI) que, cada vez más, le están ganando terreno al plazo fijo.

Pero estas herramientas también tienen variedad de opciones. Hay fondos similares a un plazo fijo, otros que priorizan las Lebac, de renta fija (títulos públicos, ON, fideicomisos) en pesos y en dólares, en acciones y combinados con distintas alternativas.

Permiten una liquidez muy rápida (se liquidan entre 24 y 72 horas), pero tienen distinto nivel de riesgo y plazo aconsejado. Además, se pueden operar fácilmente desde una cuenta de homebanking. Lo importante es ver el prospecto: el monto que negocian (mientras sea mayor, mejor), la evolución de la cotización para ver la volatilidad (subas y bajas), la composición de la cartera y el rendimiento.

La diversificación se puede hacer combinando distintos fondos, en monedas diferentes y con más o menos riesgo. Vicien recomienda, para el ahorrista más conservador, los FCI de renta fija en pesos y en dólares y, para el más arriesgado, los fondos en acciones.

Casas menciona los fondos denominados de retorno total, que varían la cartera según el momento del mercado y permiten obtener un rendimiento mayor sin tener que pasar de un instrumento a otro. Si uno quiere administrar su propia cartera, Gómez Pizarro resalta que, para los pequeños ahorristas los instrumentos más sencillos de entender para ingresar al mercado de capitales son las Lebac, que rinden un 27 por ciento. Además, sugiere las Letes como una “forma de comprar dólares más baratos y con algo de rendimiento (tres por ciento anual) y los FCI”. Para inversiones de mediano o largo plazo, los especialistas recomiendan bonos en dólares, por ejemplo, los Discount (Dica) o Bonar 2027 (AE27), o los provinciales en dólares y ON en moneda extranjera. También los títulos públicos de largo plazo.

 

El nuevo impuesto sobre la renta financiera

Desde este año, los intereses y las diferencias de capital están alcanzados por el Impuesto a las Ganancias.

Cómputo. Al momento de evaluar el rendimiento de un instrumento de inversión, hay que descontar el nuevo impuesto a la renta.

Alcance. Se aplica, por un lado, a los rendimientos o renta, y, por otro, a las ganancias de capital (resultado entre la compra y la venta).

Instrumentos. Están gravados plazos fijo, títulos públicos (incluidas Lebac y Letes), obligaciones negociables, fideicomisos financieros, cuotapartes de fondos comunes de inversión y cualquier otro activo financiero. Los únicos exentos son las acciones argentinas que coticen en Bolsa.

Alícuotas. Los instrumentos en pesos pagarán el cinco por ciento y, los nominados en dólares, el 15 por ciento de la renta o la diferencia de capital. Las diferencias en la cotización del dólar siguen exentas. En ambos casos, hay un mínimo no imponible de 66.917,91 pesos por año.

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